viernes, 24 de octubre de 2008

PREGUNTAS GENERADORAS 5 TUTORIA

¿Será que la educación actual sesga la enseñanza de la literatura infantil?

Los estudios expertos muestran que si en la etapa de primaria los niños y niñas se interesan por los cuentos, poemas, obras de teatro u cualquier otro tipo de texto que se lleva a clase, cuando crecen abandonan este habito, adquieren otro tipo de hábitos: juegos de ordenador, play, ver la televisión, Internet. Ni siquiera se molestan en salir a la calle. Todo lo tienen a mano en casa, a la altura de su mano. De ahí, por ejemplo, que a veces cuando recomendamos un libro estimulante no lo hallemos, esté agotado o simplemente no se haya reeditado. Por ejemplo, cuando recomendé el libro "La balada del siglo XXI" de Jordi Sierra me encontré ante lo inevitable, al menos, allí donde lo busqué. El libro estaba agotado, no se había reeditado. Algo similar ocurre con algunas editoriales de prestigio que, pese a su reconocimiento internacional, son ciertamente desconocidas por el lector habitual, fuera de su ámbito local. El ejemplo de Bassarai, cuya plataforma en Internet, Luke, una revista que siempre ha batallado con la buena literatura, es incuestionable.

Y el profesor se pasma y frustra ante la inevitable falta de atención de su alumno y no comprende o no quiere comprender porque muchas veces los mismos mitos literarios o históricos son aclamados a golpe de ratón, pero resultan soporíferos en su clase. Reconoce la teoría, es consciente de que el problema radica en cómo abordar los temas o textos literarios, pero no sabe cómo hacerlo. Muchas veces la falta de confianza en si mismo o el pasotismo de la clase, da al traste con sus buenas intenciones.

Sin embargo, de nada le servirá a los alumnos la protesta, si el profesor muestra un entusiasmo fuera de lo común, si esgrime los argumentos adecuados y se compromete, si le hace saber al alumno que lo que se le propone es una actividad tan lúdica como cualquier otra, pero que requiere más esfuerzo. Será él - por lo tanto - el artífice de la aventura, el guía; pero, una vez dotados de herramientas; serán ellos, sus alumnos, quienes descubran el intransferible mundo de ficción y lo recreen, a su imagen y semejanza

El profesor enseñará a leer, leyendo; a interpretar los textos, interpretando; y a crear historias, creando. Demostrará con su propia actitud que, cuando se lee se asume un rol, de manera similar - por ejemplo- a cuando se juega en el ordenador. Quien lee hasta altas horas de la madrugada, igual que quien juega, se deja llevar inconscientemente por el personaje, y la situación que le ha tocado; porque, exactamente igual que el que juega o ve la televisión, si lo que tiene entre manos no le emociona, acaba abandonándolo y se marcha a la cama.

Por eso, la literatura es tan fascinante, fascinante para cada cual. Por eso existen muchas literaturas, muchas formas de apropiarnos de la realidad, como personas distintas. Por eso el que lee en cierta manera olvida su propio miedo o mediocridad, puesto que inconscientemente, se ve teletransportado a otro mundo, el de la ficción, el de los sueños.

¿Cómo pueden los docentes promover y aplicar una educación creativa?

Los aportes de la creatividad en la formación de profesores han sido importantes en lo cualitativo, no tanto en lo cuantitativo, pues el número de profesores que ha estado en contacto con estas experiencias narradas ha sido pequeño en relación con el número de profesores del sistema educativo jalisciense. Así pues, las contribuciones de la creatividad en la formación de docentes se pueden plantear en tres dimensiones:

La práctica de la creatividad como actividad lúdica, artística y de creación intelectual, estimula al docente a ser productivo y crítico con su práctica educativa, a desarrollar la empatía y el carisma con sus alumnos, a ser tolerante con las conductas y comprensivo con las nuevas ideas de los alumnos. Además, el profesor que ha tenido un significativo entrenamiento en creatividad es más abierto a las innovaciones y está constantemente experimentando nuevos métodos o consolidando algunos que lo han convencido de sus bondades pedagógicas. Es reflexivo y humano en la relación educativa, promueve el pensamiento autónomo de sus estudiantes, es alegre y optimista, la visión que tiene del mundo es muy original y profunda.

La clase es un espacio de creación, de experimentación, de búsqueda y de hallazgos fascinantes. Por diversas mediaciones en una asignatura u otra o en un nivel u otro, encontraremos una práctica que promueve la expresión humana y artística, el juego, la creación intelectual, el desarrollo de ideas y pensamientos propios, el desarrollo de la persona y sus potencialidades en todos los aspectos. La práctica es un encuentro para la creación y la producción, para el ensayo de nuevas posibilidades y alternativas, para la producción de ideas, para el conocimiento y entendimiento de la realidad y para el autoconocimiento.

Las contribuciones de la creatividad en la dimensión institucional también son esenciales para mantener un perfíl humanista y no tecnócrata en las instituciones formadoras de docentes, para promover la innovación constante del sistema educativo a las nuevas realidades de la vida contemporánea; contribuye a mantener un currículum que tenga algo que decir al mundo de las emociones y los afectos, al aspecto subjetivo del sujeto en formación, y a destacar el aspecto estético de la enseñanza


¿De que manera puede la familia ser promotora de creatividad?

Resultan de gran interés los resultados de las investigaciones sobre la relación del talento con las cuestiones familiares. Los estudios de la infancia de los sujetos talentosos ponen de manifiesto, entre otros aspectos, el alto grado de atención sobre el niño a través de medidas educativas y el amor abundante, la estimulación mediante las conversaciones, el interés y el tiempo que los padres dedican a las actividades de los hijos (Castillo Narváez, 1986; Jiménez, 1988; Secadas, 1992). Los niños talentosos cuentan con un hogar estimulante en cuanto a los objetos facilitadores del aprendizaje, dentro de los cuales se encuentran los libros y las revistas. El nivel de escolaridad de los padres, el ambiente cultural de la familia, por lo general intelectuales de clase media, correlacionan en alto grado con los tests y con el rendimiento académico (Honrubia, 1984; Castillo Narváez, 1984; Jiménez, 1988; Heller, 1989; Secadas, 1992). También se aprecia que las familias de estos sujetos organizan en conjunto el disfrute del tiempo libre (Heller, 1990). Los padres que tienen más influencia en los altos resultados de los niños talentosos no son los que les dicen a sus hijos lo que tienen que hacer, sino los que hacen las cosas junto con ellos (Freeman, 1993).

La familia también puede influir de manera negativa y constituir una barrera social para el desarrollo del talento, sobre todo cuando es pobre desde el punto de vista económico y/o cultural. En el primer caso, el niño crece dentro de un sistema de valores que hacen hincapié en la obtención de ingresos monetarios rápidos. En el segundo, que puede sumársele o no al primero, el niño se desarrolla en un medio con desventajas idiomáticas y carentes de estímulos para lograr el desarrollo intelectual. El alumno privilegiado, que proviene de un hogar con alto nivel de vida, puede verse afectado por las altas exigencias de los padres que generan tensiones, o por la falta completa de estas exigencias (Hill, 1987) o de motivaciones para desarrollar sus capacidades.

Por otra parte, los padres generalmente se cuestionan las diferencias entre sus hijos, por lo que es interesante comentar que el efecto de la familia sobre los hermanos depende del tratamiento que esta institución social les ofrece a cada uno y de cómo ellos lo perciben. Este tratamiento está determinado, entre otras cuestiones, por el sexo, el orden de los nacimientos y por el espaciamiento entre ellos (Freeman, 1993).

Algunas investigaciones sobre la infancia de individuos talentosos llaman la atención sobre la necesidad de conocer la ubicación -número cardinal- del niño en la familia, pues la mayoría de los talentosos son hijos únicos o primogénitos (Hill, 1987; Heller, 1986; Secadas, 1992). También se plantea que han tenido en la niñez aislamiento de los coetáneos, principal-mente ajenos a la familia o han sufrido de orfandad temprana (Secadas, 1992).

La familia puede no tener alto nivel de educación pero sí tener en sus valores una alta estima por el aprendizaje y los logros, lo cual se respira en la atmósfera del hogar e influye en el desarrollo infantil (Gardner, 1994) y también el modo en que los padres conducen sus vidas es un poderoso medio de enseñanza para los niños (Freeman, 1993).

Para H. Gardner (1994), la familia juega un papel destacado en el desarrollo del talento porque la inteligencia dominante emerge, por lo general, en edades relativamente tempranas y es ahí donde esta institución social juega un papel destacado en la estimulación de los intereses.
Según la literatura, la familia puede llevar a cabo una serie de actividades para propiciar el desarrollo del talento, donde se pone de manifiesto el respeto a la personalidad de los niños, y toda una serie de cuestiones materiales y espirituales, mediante las cuales la familia puede estimular el desarrollo del talento en los niños.

El trabajo con la familia es un importante eslabón en el desarrollo de la estrategias pedagógicas porque tiene un gran peso en la educación de los niños durante las primeras edades, aproximadamente hasta los cinco años, según el criterio de los especialistas (L.K.Silverman, 1991, A.J.Tannenbaum, 1991; K.Heller, 1989; F.Monks, 1995; Gagné, 1991; J.Feldhusen, 1986; N.Colangelo, 1991). Después, cede un poco este papel protagónico a la escuela y comienza la polémica para ver de quién es la responsabilidad si de la escuela o de la familia. Cada parte culpa a la otra, en vez de aunar voluntades y marchar juntas, aunque por supuesto, existen excepciones en ambos casos. No caben dudas de que en lo que sí no hay discusión es en que el maestro es un ente socialmente activo que articula la acción educativa de la escuela con el sistema de influencias educativas de la sociedad y dentro de ella la familia. Por esta razón, en nuestro programa, los docentes capacitan a los padres acerca del talento.

Todas las formas tradicionales de trabajo de la escuela con la familia: las clásicas reuniones de padres, las entrevistas o despachos, las visitas al hogar, la correspondencia hogar-escuela y la escuela de educación familiar, son válidas para trabajar en pro del desarrollo del talento de los estudiantes, pero de ellas, en este espacio, se comenta sobre las dos que son, a nuestro juicio, las más efectivas, por las posibilidades que brindan en la interacción con los padres: la escuela de educación familiar y la entrevista de orientación.

Por lo general, las escuelas de padres se convierten en reuniones, cumplen una función informativa para dar a conocer las notas y las opiniones del maestro sobre la conducta de los niños. No se profundiza en el papel de los padres en los resultados, ni se ejerce ningún tipo de acción educativa sobre ellos, en la mayoría de los casos.



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